Presentación: “Emociones de un binomio, mi otro yo y los ojos de mi perro”

Con Javier Peña Ruiz Capillas

Acceso libre hasta completar aforo

Emociones de un binomio, el primer libro escrito por Francisco Javier Peña Ruiz-Capillas, relata la experiencia vital que supuso para el autor perder la visión, el duro aprendizaje posterior que tuvo que realizar para adaptarse a las nuevas circunstancias de su vida y la feliz relación que tuvo con su primer perro-guía, Gaynor, de quien cuenta anécdotas y vivencias que delatan el amor que le tuvo. El libro está dedicado a su fiel perro. La narración está divida en capítulos que, de forma cronológica, van desgranando el itinerario vital, desde los primeros paseos con Gaynor hasta la obligatoria despedida, una vez que el perro-guía, por su edad, no pudo cumplir su función.
Es un relato escrito con palabras sencillas y verdaderas que emocionan al lector y contribuirán, sin ninguna duda, a que el lector comprenda mucho mejor la importancia de un buen adiestramiento para que la vida del invidente sea lo más normal posible y la impagable labor que realiza la ONCE en pro de la inclusión social de las personas que poseen esta grave deficiencia.

Javier Peña Ruiz Capillas,  nacido en Torrelavega, el 18 de Julio de 1951, es el séptimo de doce hermanos. Cursó estudios de Bachillerato en el Colegio de los Sagrados Corazones de Torrelavega, posteriormente continuó estudios de Formación Profesional y Comercio Mercantil.

Su vida laboral comienza en el año 1968 como agente comercial en Papelería Canales Villafranca. En el año 1973 fichó por la discográfica Aries-Musical para ser delegado de la zona de Cantabria y Asturias. Por motivos del destino su vida dio un giro por la pérdida de su ojo derecho; por este motivo se truncó su carrera comercial. Después se convirtió en empresario, explotando las instalaciones hosteleras del Circulo de Recreo de Torrelavega. Obtuvo el título de publicista y trabajó como tal en Radio Nacional de España.

Inauguró el disco bar “EL ANTICUARIO” donde trabajó 12 años, pasado este tiempo fue gerente de la sociedad “Parada de Bus”. Se retiró de la hostelería para comenzar a trabajar en el gremio de la jardinería como director-gerente de “La Cagiga”, en este tiempo desafortunadamente perdió el otro ojo y después de dos años de recuperación psicológica ingresó en la ONCE como agente-vendedor y por su actuación laboral se prejubiló en el año 2009. Desde entonces disfruta de la vida con su perro guía.