A veces el día a día nos engulle y nos olvidamos de lo importante. Quizá por eso, desde UNATE hicimos tarde una propuesta a nuestro alumnado en Santander: aprovechar el Día de la Atención Primaria (12 de abril) para agradecer a las trabajadoras y trabajadores de la sanidad cercana todo lo que nos dan. Y a pesar de tener sólo unos días para mover el mensaje, se recibieron casi un centenar de mensajes.
María define así a los equipos de Atención Primaria: “Manos que nos cuidan y miradas que nos acompañan en nuestra vida cotidiana. Quizás sin el resplandor de lo heroico, sino con esa calma prolongada de la atención familiar, diaria, donde una doctora no es una bata blanca, sino la persona que te escucha, sabe tus hábitos, entiende tus problemas y cuyo trabajo se parece en ocasiones a escalar montañas muy altas”. Alberto asegura: “Somos muchas las personas que valoramos vuestro trabajo y creemos firmemente que una sanidad pública más fuerte hace que nuestra vida sea mejor” y por eso cree que “debemos exigir a nuestros políticos que pasen de las buenas palabras a los hechos y tomen las medidas necesarias (más personal en Atención Primaria, más tiempo por paciente, una remuneración que se corresponda con su grado de responsabilidad) para que estos grandes profesionales puedan sentirse reconocidos por la sociedad”.
Lee el Comunicado Oficial de UNATE sobre el sistema de Atención Primaria en Cantabria
Este lunes 12 de abril, en nombre de toda la comunidad de UNATE, su presidente, Modesto Chato de los Bueys, ha entregado una copia de estos mensajes al equipo del Centro de Salud de Vargas, en Santander, coordinado por el doctor José Ramón López Lanza, en representación de todas y todos los algo más de 2.300 profesionales de Atención Primaria que nos cuidan en Cantabria. En el sencillo acto, también han estado representantes de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria-Semergen (Cristina Manzanares), del Colegio Oficial de Enfermería (su presidenta, Mari Luz Fernández) y del Colegio Oficial de Trabajo Social de Cantabria (Celina Ruiz Toribio). Además, la entidad ha hecho público un comunicado en el que reclama una mayor inversión en Atención Primaria para recuperar lo perdido en los últimos años y para lograr que se implemente una verdadera estrategia de salud integral y comunitaria.
Los mensajes de nuestras alumnas y alumnos inciden en la necesidad de invertir más recursos en el sistema de Atención Primaria y en reconocer el valor de todas y todos los profesionales (personal facultativo, de enfermería, sanitario no facultativo, administrativo, logístico…). Mª Elvira asegura: “La experiencia de estos largos meses nos debe hacer apoyar de forma incondicional a los profesionales y defender sus derechos laborales, de formación y reconocimiento. Defender lo público por encima de otros intereses, obligar a los políticos a defenderlo. Gracias, Gracias, Gracias por vuestro esfuerzo y sacrificio, así como a vuestros familiares”.
La comunidad UNATE siente un profundo agradecimiento por los cuidados recibidos antes y durante la pandemia. “¡Bravo! Estoy con todo el colectivo del personal de Atención Primaria, por vuestra atención y dedicación a todos los pacientes durante toda la pandemia. ¡Gracias! No nos abandonéis”, escribe Mª Ángeles. Otro alumno dice: “Muchas gracias por vuestro esfuerzo, renuncia y generosidad. Nunca os podremos agradecer tanto trabajo y entrega y tanto cariño con el que cuidáis a no importa quién”. Una persona mayor anónima les dice de forma directa: “Para vosotros/as, para todos sin excepción, que siempre me habéis hecho sentirme protegida, ya antes de estos momentos tan malos. Vosotros siempre estabais ahí para ayudarme en los momentos difíciles de mi vida. Y ahora, ahora., lo habéis dado todo y eso es algo que no podré olvidar nunca. Todo mi cariño para todos los que habéis dejado vuestra vida para protegernos a los demás”.
Son decenas de mensajes pero quizá terminamos con estas palabras de Pedro que resumen, en buena medida, un sentimiento colectivo:
“Que estas palabras sean un aplauso silencioso a vuestra abnegada labor, a pesar de los riesgos personales, de la dificultad en el desempeño de vuestro trabajo, de la incomodidad de los equipos de protección, de perder a muchos de vuestros compañeros, nos seguís atendiendo día a día, con palabras de aliento, con una sonrisa, porque no olvidáis que lo mismo que la química cura el cuerpo, vuestra actitud también cura el alma.
Por todo ello ¡muchas gracias!”.