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MÓNICA RAMOS TORO,  GEROANTROPÓLOGA FEMINISTA. COORDINADORA TÉCNICA DE UNATE (LA UNIVERSIDAD PERMANENTE) Y FUNDACIÓN PEM (PATRONATO EUROPEO DE MAYORES)

Introducción

La Red Mundial de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores fue impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), hace ya 12 años, como una herramienta para dar respuesta al marcado envejecimiento demográfico que se estaba produciendo a escala global, y cada vez de manera más acelerada, pero poniendo en valor el éxito colectivo y social que suponía habitar sociedades longevas. Aunque en un principio, solo contempló la mejora de los entornos físicos y sociales de las Ciudades, con el objetivo de promover un envejecimiento saludable y activo de la población y mejorar la calidad de vida de las personas mayores que vivían en ellas, tanto la Red Mundial como la Nacional pronto incorporaron también a las Comunidades -como expresión amplia de entornos rurales y pueblos-, al ser lugares especialmente envejecidos y con características propias.

En este sentido, la Red es una iniciativa claramente municipalista que se dirige a los ayuntamientos como administración más cercana a la ciudadanía, para que, a la hora de planificar sus políticas municipales, tengan en cuenta de manera transversal la perspectiva del envejecimiento y puedan valorar cómo afectan a las personas mayores las acciones que se planifiquen. Para ello, ofrece una metodología flexible con la que cada municipio puede evaluar sus entornos físicos -aspectos tangibles como accesibilidad, espacios verdes, transporte, etcétera- y sociales -aspectos intangibles, como actitudes y estereotipos edadistas, oportunidades para la participación de las personas mayores, invisibilidad, etcétera-, a partir del diagnóstico elaborado con la participación de personas mayores y reflejado en un plan de acción con propuestas de mejora orientadas a conseguir la amigabilidad del municipio con esta población. Esta mirada desde la perspectiva de las propias personas mayores, y de los agentes relevantes que habitan cada territorio, es uno de los avances que supone el cambio de “hacer para” a “hacer con” las personas mayores como protagonistas de su envejecer en cada municipio.

Se trata, por tanto, de una Red diversa que camina a diferentes ritmos e intensidades y que se adapta a las características y coyunturas de cada territorio, lo que ha puesto de relieve cómo las realidades de los ámbitos rurales son muy diferentes a las de aquellos lugares urbanos o semiurbanos. Conocedor por experiencia propia de esta situación, el municipio de Puente Viesgo (Cantabria) -que ha entrado recientemente en la Red- se planteó, junto con la Fundación PEM (Patronato Europeo de Mayores), entidad con la que está realizando este proceso de amigabilidad, avanzar en su desarrollo con voluntad de aprender de otras experiencias rurales nacionales y de compartir sus avances, dificultades y retos.

Con este objetivo, este territorio cántabro, junto a la Fundación PEM, organizó los días 24 y 25 de noviembre de 2022 el I Encuentro Nacional de Experiencias de Comunidades Rurales Amigables con las Personas Mayores, en el marco de la Red Nacional, con el apoyo de UNATE, La Universidad Permanente, y la Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad del gobierno de Cantabria, para conocer algunas de las experiencias más interesantes en aquellas comunidades pequeñas y rurales donde la lógica amigable de la Red se ha implantado con fuerza. Se presentaron propuestas de 6 comunidades autónomas diversas: Asturias, Cantabria, Extremadura, Galicia, Madrid y País Vasco.

En la inauguración y la primera jornada del Encuentro se abordaron cuestiones que permitieron a las personas asistentes situar la implantación de la Red a nivel nacional y de manera particular en los municipios rurales. La intervención de Maite Pozo -coordinadora de la Red nacional- fue muy clarificadora al respecto, al mostrar el avance sostenido de la Red desde 2012 en la que había tan sólo 8 municipios amigables, hasta los 234 actuales (a escala mundial hay más de 1.500 municipios en 47 países). Lo más relevante fue conocer que del total de municipios amigables con las personas mayores en España, el 44,14% son comunidades rurales (un 23,14% tienen menos de 2.000 habitantes y un 21% entre 2.000 y 10.000), “cuando tan sólo hace 5 años, su presencia era testimonial dentro de la Red”.

Se destacó, asimismo, cómo la situación demográfica del medio rural español, marcado por el envejecimiento y la despoblación, coloca a los municipios rurales ante un reto de enorme complejidad, por un lado, para ser capaces de diseñar junto con las personas mayores que los habitan un modelo de participación y de cuidados justo y digno, y, por otro lado, para contribuir además a reducir el despoblamiento en el marco de la Red de comunidades amigables. En este sentido, Paula Fernández Viaña, consejera de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior del gobierno de Cantabria destacó en la inauguración del Encuentro la necesidad de “mantener la política de implantar medidas para mantener a las personas, sobre todo a las personas mayores en el territorio”; al igual que Modesto Chato de los Bueys, presidente de la Fundación PEM y de UNATE, puso de relieve la importancia de la Red como mecanismo de inclusión social porque “si nuestros municipios son amigables con las personas mayores serán amigables con el resto de la ciudadanía”. El propio alcalde de Puente Viesgo, Óscar Villegas, destacó cómo en plena pandemia de la COVID 19 su equipo de gobierno intensificó el trabajo con las personas mayores del municipio y, con el apoyo de la Fundación PEM y de UNATE, abrió en 2020 un proceso participativo que desembocó en la inclusión de su municipio en la Red en abril del año 2022, al considerar este camino como una apuesta decisiva para la mejora de la calidad de vida de las personas mayores del municipio, pero también para la fijación de población en su territorio.

Es importante mencionar una característica del municipio de Puente Viesgo que permite evidenciar la complejidad que tienen algunos territorios rurales a la hora de implementar un proceso de amigabilidad con las personas mayores y que, en gran medida, está detrás de la motivación de este municipio para auspiciar este primer Encuentro Nacional en el que se ha reflexionado sobre dificultades compartidas. Como presentó Ana Belén Salmón, concejala del ayuntamiento de Puente Viesgo, este municipio está compuesto por cinco pueblos: Puente Viesgo -que es la capital administrativa del municipio del que toma el nombre-, Vargas, Las Presillas, Hijas y Aes, algunos de los cuales están distantes entre sí, lo que caracteriza no sólo a este municipio, sino a otros muchos, especialmente, de la cornisa cantábrica, como se mostró en las experiencias presentadas de Asturias, Galicia y País Vasco. Pero, además de esta dispersión territorial, a la que se suma una compleja movilidad entre las localidades, Puente Viesgo dispone de un entorno único en la Comarca de los Valles Pasiegos, a orillas del río Pas, y con uno de los patrimonios arqueológicos rupestres más importantes de Europa y del mundo. Esto choca frontalmente con la expresión generalizada en los medios de comunicación a la hora de nombrar estos municipios rurales como “la España vacía”, a pesar de su riqueza, diversidad y patrimonio. Por eso, en su intervención, David Remartínez, coordinador del Congreso “Periodismo y repoblación” (Urriés, Zaragoza), abordó la necesidad de crear otras narrativas periodísticas sobre los pueblos y las vejeces rurales que se alejen de esa visión que los muestra de manera peyorativa, “porque los pueblos no están vacíos, se han vaciado de población, y se llevan vaciando desde hace mucho tiempo, esto no es algo nuevo”. Este ha sido precisamente otro de los objetivos del Encuentro: cuestionar los imaginarios que fragilizan tanto a los municipios rurales como a las personas que los habitan, personas que en su mayoría son mayores y, especialmente, mujeres. Vivir y ser persona mayor en un pueblo no debería verse como un acto de resignación, sino más bien como un acto de rebeldía.

PUENTE VIESGO (CANTABRIA)

Igualmente, en el Encuentro se puso de relieve que, a pesar de los múltiples aspectos que comparten las comunidades rurales, y aunque el proceso de amigabilidad tiene un guion y un procedimiento definido, cada proceso cuenta con sus particularidades y características propias, por lo que no  avanzan al mismo ritmo ni lo hacen de idéntica manera. Así se pudo observar en la mesa redonda en la que se presentaron tres comunidades rurales incluidas en la Red. En el caso de Abadiño (Vizcaya), José María Macías y Luisi Gómez, miembros del grupo motor, presentaron el enorme empuje que este grupo de mayores ha supuesto para situar a su municipio entre los que más han avanzado en la implementación de su plan de acción de amigabilidad con las personas mayores. En cambio, en Soto del Real (Madrid), su alcaldesa, Noelia Barrado, y en Puente Viesgo (Cantabria), Ana Belén Salmón, concejala del municipio, contaron el camino que todavía les queda por andar para desarrollar de manera completa su plan de acción, entre otras cuestiones, porque todavía los grupos motores de mayores en ambos municipios están en un proceso de desarrollo más lento. Aun así, esto no es óbice de los importantes pasos que ambas localidades ya han dado, por ejemplo, en el caso de Puente Viesgo han culminado algunos objetivos reseñables del plan como la obtención del sello de amigabilidad con las personas mayores en comercios de todo el municipio, y se está potenciado un programa de envejecimiento activo que ya se venía desarrollando, al igual que en el municipio de Soto del Real. Lo que se confirmó en las tres intervenciones, es que los procesos de amigabilidad en el marco de la Red suponen una herramienta relevante para mejorar la vida de las personas mayores en el medio rural.

En esta segunda jornada del Encuentro, además del proceso de amigabilidad que supone la Red a la hora de diseñar acciones que pongan en el centro un buen envejecer en el medio rural, también se mostraron otros modelos de intervención que van en la misma dirección, aunque al margen de la Red. Existen soluciones exclusivamente públicas y también modelos mixtos en los que intervienen propuestas del Tercer Sector. Diferentes estrategias que tienen como objetivo otorgar servicios de proximidad en el medio rural a la población mayor. Todos ellos son modelos de intervención que facilitan que las personas mayores que quieran seguir viviendo en sus pueblos y comunidades puedan hacerlo con recursos de calidad. Una de las conclusiones que compartieron las y los ponentes de esta mesa redonda, es que la participación activa de las propias personas mayores y los enfoques comunitarios se antojan como soluciones que, alejadas de la dinámica del mercado, pueden otorgar soluciones viables, tanto desde el trabajo de diferentes asociaciones como desde la colaboración con las entidades públicas. Este es el caso de la Asociación amigos de Pescueza (Cáceres, Extremadura) con la iniciativa “Quédate con nosotros”, un proyecto integral de participación, intervención y atención a personas mayores en el municipio de Pescueza, que presentó en su intervención Constancio Rodríguez, su presidente; del Programa de Atención a Personas Mayores en el Medio Rural que lleva a cabo Cáritas Diocesana en los pueblos de la provincia de Ourense (Galicia) y que presentó Ana María Vázquez, su coordinadora; del Programa de Acompañamiento y Fomento de las Relaciones Comunitarias que presentó Ana Cabria, Educadora social de la Mancomunidad del Nansa en Cantabria, y del pionero y consolidado Programa Rompiendo Distancias en el que, además con una perspectiva de género y con una orientación intergeneracional, se lleva a cabo en los municipios de Taramundi, San Tirso de Abres y Castropol, en Asturias. Todas estas propuestas de acción se mostraron eficaces para fomentar las relaciones comunitarias y de arraigo de las personas mayores a sus pueblos.

En definitiva, este primer I Encuentro Nacional de Experiencias de Comunidades Rurales Amigables con las Personas mayores ha ofrecido al público asistente una visión amplia de la diversidad de municipios rurales que ya están en la Red -representativos de seis Comunidades Autónomas-, cada uno con sus avances y retos por conseguir, así como de otras experiencias que se centran en la promoción de un envejecimiento con bienestar, que sin estar en la Red, implican igualmente un proceso de amigabilidad con las personas mayores de profundo calado.

Además de todo lo presentado, algunas de las conclusiones más relevantes a las que se llegó en este primer Encuentro, por parte tanto de ponentes como de público, fueron las siguientes:

  • Las personas mayores quieren seguir viviendo en sus pueblos, en sus casas y con recursos que les permitan sortear situaciones de aislamiento y desprotección.

  • Las relaciones sociales en los pueblos son relaciones de cercanía ya que todo el mundo se conoce y cada habitante es un recurso valioso para el resto. El pueblo en su conjunto se convierte en una red de apoyo informal, en el caso de las mujeres, más en torno a los cuidados y en el caso de los hombres, más en un apoyo material e instrumental.

  • La tradición en los pueblos, como continuidad social y cultural, resulta un marco de referencia indispensable que es necesario tener en cuenta a la hora de abordar programas de intervención con las personas mayores.

  • Asimismo, las asociaciones de base constituidas hace años, tienen una importancia crucial a la hora de dinamizar los pueblos y en especial de tejer una red social con la población mayor.

  • Se mostró imprescindible la coordinación pública y privada tanto en la financiación de los procesos de amigabilidad como en su ejecución, con tres pilares fundamentales: las personas mayores, los ayuntamientos y las entidades que acompañan y apoyan con personal técnico la buena marcha de estos procesos.

  • Y, por último, se puso de relieve la necesidad de seguir organizando encuentros como éste que permitan compartir experiencias, aprender desde modelos y realidades comunes, pero diversas, con el objeto de generar comunidades vivas, con el lema común de “luchamos por la amigabilidad con las personas mayores todos los días”.

En el siguiente enlace se puede ver el Programa completo del Encuentro, así como las grabaciones de todas las intervenciones: https://fundacionpem.org/experiencias/

La Red Nacional de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores se coordina desde el IMSERSO, de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales, del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Las áreas de acción para promover la amigabilidad en un municipio son ocho: espacios al aire libre y edificios; transporte; vivienda; participación social; respeto e inclusión social; trabajo y participación ciudadana; comunicación e información; y servicios sociales y de salud.

Han asistido más de medio centenar de profesionales técnicos de diversos ayuntamientos, representantes de asociaciones del tercer sector que trabajan en entornos rurales, especialmente que trabajan con personas mayores, y representantes políticos (alcaldes/as y concejales/as de varios municipios cántabros y de otras localidades de España).

Entre 10.000 y 100.000 habitantes hay un 37,5% de municipios amigables en España  y con más de 100.000 habitantes, un 18,34%.

A raíz de la publicación en 2016 del libro “La España vacía: viaje por un país que nunca fue” de Sergio del Molino y que tuvo mucha repercusión tanto en los medios de comunicación nacionales como internacionales.

*Artículo publicado en el blog del Imserso el artículo sobre el I Encuentro Nacional de Experiencias de Comunidades Rurales Amigables con las Personas Mayores celebrado en Puente Viesgo