UNATE | Comunicado
Santander, 12 de abril de 2021
UNATE, La Universidad Permanente, se pronuncia este 12 de abril a favor de un modelo de Atención Primaria en Salud que potencie la Atención en Salud Integral invirtiendo en prevención, en salud comunitaria y en participación y formación social.
La comunidad UNATE —alumnado, técnicos, docentes y colaboradores— agradece el esfuerzo humano y profesional de los equipos de Atención Primaria para mantener el contacto y el cuidado de miles de personas mayores en la región antes y durante la pandemia.
Hoy, 12 de abril, Día de la Atención Primaria, queremos constatar que:
- Las personas mayores autónomas, las personas mayores con algún grado de dependencia, las y los cuidadores de estas últimas y todo el sistema de cuidados depende de forma esencial de la Atención Primaria.
- Son los equipos de Atención Primaria los que cuidan en el día a día de las personas mayores y de su entorno y un sistema de calidad centrado en la salud comunitaria y en el acompañamiento individualizado permitiría fomentar un envejecimiento saludable y, en el caso de existir dependencia, vivir con garantías en el propio domicilio.
- Sin embargo, el modelo de Atención Primaria en España vio truncado su proceso de transformación y sigue dedicando la mayoría de sus reducidos recursos a la consulta médica, el tratamiento de la enfermedad y el filtro de cara a las especialidades hospitalarias.
- La Atención Primaria en el país ha sufrido una fuerte desinversión y en Cantabria, a pesar de los recientes aumentos en los presupuestos, no se ha logrado recuperar aún la situación previa a 2008.
- El bajo porcentaje de inversión en Atención Primaria respecto a toda la inversión en el sistema de Salud (apenas el 14,14% en Cantabria, unos 224,54 euros por habitante) supone unas ratios de profesionales por habitante inaceptables (en 2018 la tasa era de dos por cada 1.000 habitantes). Las ratios de pacientes por profesionales han mejorado levemente en la última década en el caso de la medicina de familia y en pediatría, pero han empeorado en enfermería y en el caso del personal administrativo.
- Los equipos de Atención Primaria están saturados de trabajo, sometidos a una alta tasa de temporalidad en las contrataciones y sin posibilidad de hacer un trabajo reposado e integral.
- Durante los peores momentos de la crisis del Covid-19, y ante la escasez de personal y los problemas de gestión, los Centros de Salud, la verdadera atención sanitaria de cercanía, han sido cerrados al público y se ha fomentado la teleasistencia, con los problemas de comunicación y confianza que supone para las personas mayores de la región.
- La Atención Primaria en los municipios de menos de 5.000 habitantes debe ser reestructurada para garantizar el derecho a una atención pertinente y de calidad a las personas mayores que viven en la Cantabria rural.
- El miedo y el mensaje sobre unos Centros de Salud “blindados” han provocado que muchas personas mayores no hayan buscado atención sanitaria para problemas que no estaban relacionados con el Covid-19, provocando un empeoramiento físico, cognitivo y emocional. Aún parece difícil evaluar las consecuencias de esta conducta, pero sin duda serán significativas.
- Ante las consecuencias emocionales y afectivas de esta larga crisis sanitaria, es preocupante el déficit palmario en el número de profesionales de la psicología en el sistema de salud público (en Cantabria sólo hay 6 psicólogos clínicos por cada 100.000 habitantes) y la prácticamente nula inversión en Psicología Comunitaria y en unidades dentro de la Atención Primaria.
Por todo ello, instamos a las autoridades políticas y sanitarias de Cantabria a aprovechar este momento de crisis para dar un impulso a la Atención Primaria no sólo a través de una inversión significativa de recursos económicos sino, además, completando la transformación de lo que un día fueron ambulatorios a lo que deben ser unidades de salud integral y comunitaria.
Sabemos que cuentan con el compromiso de las y los profesionales, y con el apoyo de una ciudadanía que sabe de la importancia de la Atención Primaria, por lo que lo necesario es una apuesta política.
La crisis del coronavirus ha demostrado las debilidades del sistema y cómo cada euro que no se invierte en la Atención Primaria se traduce en mayores costes hospitalarios y en daños cotidianos para las personas más vulnerables o aquellas que padecen enfermedades crónicas.