- El caso de las dos mujeres mayores fallecidas en la Calle Burgos visibiliza una realidad lacerante que la sociedad “no parece querer ver”.
- Los servicios sociales, saturados ante un contexto de precarización, no pueden hacer planes individualizados que respondan.
La pandemia de la Covid-19 “mostró todas las cicatrices de una sociedad individualista donde las personas consideradas como ‘no productivas’ son invisibles hasta en su muerte”, explica Francisco Gómez Nadal, coordinador de UNATE, La Universidad Permanente, y la Fundación Patronato Europeo de Mayores (PEM). Pero apunta algo más el responsable de estas dos entidades sin ánimo de lucro: “No parece que hayamos aprendido nada”.
La muerte de dos mujeres mayores en la Calle Burgos la pasada semana, “en situación de extrema soledad y aislamiento social”, es “la prueba de un fracaso colectivo”. Gómez Nadal plantea que “las instituciones no tienen capacidad para llegar a estos casos de forma pertinente pero la sociedad tampoco parece muy preocupada por estas realidades, y si la sociedad no presiona, no habrá cambios en las políticas públicas”.
Para UNATE y la Fundación PEM es “urgente” un plan de atención a las personas mayores vulnerables en Santander, “que debe ser individual”. “No hay fórmulas mágicas ni homogéneas, en servicios sociales sólo se acierta cuando se personaliza al máximo la atención”, insiste Gómez Nadal. El responsable de estas entidades es consciente de que “los servicios sociales en Cantabria están saturados y necesitan mucho más personal especializado y muchos más recursos para dar respuesta a una creciente precarización de la vida”. También cree que esta realidad no es fruto de la pandemia o de la crisis económica de 2008. “Hablamos de una estructura, de un modelo individualista del ‘sálvese quien pueda’, por un lado, pero también de un productivismo que arrincona a la invisibilidad a las personas consideradas como no productivas”.
Residencias para mayores, centros para personas con enfermedades mentales, lugares para personas con capacidades diferentes… UNATE y Fundación PEM creen que “sacar del centro de la vida a las personas mayores, como a otros colectivos, tienen consecuencias dramáticas para cientos, miles de personas”.
Estas entidades que trabajan con cientos de personas mayores cada año hacen un llamamiento para que todos los actores públicos y privados que tienen relación con el trabajo social se sienten y trabajen en un plan que vaya más allá de los programas asistenciales y que se trabaje, además de en las urgencias, en un gran cambio cultural a mediano plazo.