Skip to main content
  • Los confinamientos obligatorios o voluntarios y la estigmatización de la población mayor durante el Covid suponen un contexto que favorece los abusos.
  • Ante el Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez, las organizaciones creen que la invisibilidad es el mayor factor de riesgo.

España tienen muchas deudas con las personas mayores y una de las más evidentes se refiere al abuso y maltrato que sufren. El subregistro sobre esta realidad es inmenso, de hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que sólo se denuncia uno de cada 24 casos y esto supone una invisibilidad que pone en riesgo a un inmenso número de personas mayores.

En el Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez (martes 15 de junio), la Fundación Patronato Europeo de Mayores (PEM) y UNATE, La Universidad Permanente de Cantabria, alertan sobre el incremento de los riesgos para las personas mayores debido a la crisis sanitaria del Covid. “Muchas personas mayores siguen confinadas en sus hogares, han perdido autonomía en sus decisiones y han delegado en personas más jóvenes asuntos vitales”, explica Francisco Gómez Nadal, el coordinador de UNATE. Por estas razones, los abusos más habituales, los psicológicos y los financieros, pueden aumentar de manera significativa. “El maltrato psicológico y el abuso económico suele ocurrir en el entorno ‘privado’, y los confinamientos obligados o voluntarios o la dependencia de terceros suponen un contexto de riesgo”.

Para las dos organizaciones, las principales entidades que trabajan con personas mayores en Cantabria, está pendiente de investigar y visibilizar, por ejemplo, el maltrato del que fueron víctimas cientos de personas mayores que viven en residencias cuando fueron aisladas en sus cuartos ante los contagios registrados en los centros. “Muchas de ellas, con deterioro cognitivo o algún tipo de demencia, no recibieron explicaciones y, en general, fueron sometidas a un estrés inimaginable, con aislamiento de sus seres queridos y sometidas a un estado de presión difícil de superar sin graves consecuencias para la salud emocional y física. Eso es maltrato”, insiste Modesto Chato de los Bueys, presidente de UNATE y de Fundación PEM.

Los pocos estudios existentes sobre esta realidad sitúan los maltratos psicológicos, el abuso financiero y el maltrato físico entre los tres fenómenos más habituales. En ese último caso, es de destacar la invisibilización del maltrato de género en mujeres mayores de 65 años. El último estudio de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género (2019) señalaba que el 40% de las mujeres mayores víctimas de esta violencia llevaba 40 años y más sufriendo violencia, el 27% entre 20 y 30 años. “Ni la sociedad, ni el sistema de salud, ni los equipos técnicos están preparados para detectar y tratar de forma diferenciada la violencia de género cuando las víctimas son mujeres mayores”, alerta Gómez Nadal.

Ante estas realidades, las entidades piden un esfuerzo “coordinado y transversal” en Cantabria para “visibilizar, primero, y atajar, después, una realidad de la que la sociedad no parece ser consciente”. “La precariedad económica que se prevé tras la crisis sanitaria y la estigmatización e infantilización edadista a la que hemos asistido durante la misma son un contexto especialmente favorable a un clima de violencia contra las personas mayores. No podemos permanecer indiferentes”, concluye el coordinador de UNATE.

Teléfono nacional gratuito de atención a mayores víctimas de abuso y/o maltrato: 900 65 65 66.