Ya sabemos que la mayoría de nosotros y de nosotras se está tomando muy en serio esta pandemia y sus consecuencias, pero desde UNATE, queremos ser un poquito insistentes. Te explicamos por qué.
Sabéis que desde el inicio de esta crisis hemos estado en permanente coordinación con las autoridades sanitarias. En las últimas horas nos han insistido que para que el confinamiento nos proteja realmente, debe ser total. ¿Qué significa eso? Pues que no hay que buscar ninguna excusa para salir de casa, excepto que sea imprescindible. En los próximos días es crítico que evitemos los contactos entre personas para evitar los contagios. Recuerda, el virus no se transmite solo, nos necesita a nosotros como ‘transporte’.
Algunos ejemplos:
- Sal sólo un día a la semana a hacer la compra (si puedes extender más el tiempo, será mejor). Para que sea eficiente, haz una lista de lo que realmente necesitas. Ni acumules ni compres “por si acaso”.
- No salgas cada día a comprar el pan. Si te resulta imprescindible comerlo, aprovecha el día de compra semanal para comprar y congelar, o compra pan que no se endurezca (tostadas, regañas, etcétera).
- No busques excusas para salir a la calle, más bien sé consciente de las razones para mantener un riguroso autoconfinamiento para proteger tu vida y la de los demás. Si necesitas algo con urgencia, pide ayuda.
Y recuerda que durante el confinamiento, es importante:
- Mantener rutinas y horarios. Haz un plan del día y dosifica tus tiempos.
- Ponerse en marcha: hay que comenzar el día, asearse, vestirse cómodos pero vestirse, airear la vivienda…
- Dosificar la información: No estés todo el día enganchada/o a la información sobre la pandemia. Trata de conectarte sólo en momentos determinados. Lo demás, genera ansiedad y no te protege.
- Solicitar ayuda: si necesitas ayuda para conseguir alimentación o medicamentos, no dudes en pedirla. Si tu red no puede echarte una mano, cuenta con las entidades que pueden hacerlo. Recuerda que UNATE tiene dos teléfonos a tu disposición: 601 070323 y 648 865846.
- Ayudar a otros: una de las formas más efectivas de que el confinamiento no sea pesado es dedicar tiempo a ayudar a otros. Desde coser mascarillas, hasta llamar a personas de nuestro entorno que sospechamos que pueden estar nerviosas; desde tranquilizar a los más jóvenes hasta hacer llamados a la responsabilidad colectiva. Tienes un papel que jugar y te necesitamos.