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Una encuesta de UNATE revela que el 82% de las personas mayores en Santander se han sentido ignoradas en la crisis de la COVID-19

  • El deterioro de la salud y, ante todo, por la situación de hijos e hijas inquieta a la mayoría de las personas encuestadas.
  • La Universidad Permanente alerta sobre el impacto real del confinamiento en la salud de las personas mayores, que en un 54% reconoce haber reducido su actividad física.

El 45% de las personas mayores en Santander creen que no se han tenido “nada” en cuenta sus opiniones o necesidades sobre la crisis del coronavirus, otro 29% considera que se les ha escuchado “poco”. En total, un 82% de las personas mayores encuestadas por UNATE, La Universidad Permanente de Cantabria, cree que se les ha ignorado. “No es una situación nueva que se hable de las personas mayores sin consultarles a ellas, pero crisis de esta dimensión agravan el problema”, explica Francisco Gómez Nadal, coordinador general de UNATE.

La Universidad Permanente ha encuestado telefónicamente a 273 alumnas y alumnos de la entidad en Santander en una muestra que supone el 18% de su comunidad en el municipio. La encuesta tienen un margen de error del 4,6% y responde al perfil heterogéneo del alumnado UNATE, que es mayoritariamente femenino (79%), se concentra en los grupos de edad entre 60 y 74 años (75%), está casada (59%), vive en pareja (59%) o sola (31%), es jubilada (80%) y goza de una alta autonomía en el hogar (72%).

De las personas encuestadas, un 59% reconoce que su preocupación por la salud propia ha aumentado durante la crisis pero es significativo que para un 80% lo que ha crecido mucho es la preocupación sobre la salud de sus familiares. Aunque la encuesta revela que la inmensa mayoría no se ha sentido “sola” durante el confinamiento –sólo lo manifiesta un 11%- sí reconoce sentimientos de “miedo” un 21%, de “ansiedad” un 17% y un 10% dice haberse sentido “deprimido”.

La encuesta se realizó entre el 6 y el 25 de mayo y las personas mayores de Santander aseguran que entre sus preocupaciones actuales las más acuciantes son el presente y futuro de sus hijos e hijas (algo más de un 64% confiesa estar bastante o muy preocupados) y por la situación global de crisis que deja la pandemia (algo que preocupa especialmente al 96% de las encuestadas), pero también es significativa la inquietud por el  deterioro de la salud física (algo más del 44%) y de la salud emocional (un 32%).

El estudio de UNATE también aborda los cambios de hábitos durante el confinamiento obligado por la pandemia. Es especialmente preocupante la reducción en la actividad física (un 54,8%) que afecta de forma directa a la calidad del envejecimiento, así como lo relacionado con la formación (37,3%) y la actividad creativa (26,1%). Se ha producido un aumento muy llamativo en el contacto telefónico o virtual con familiares y amistades (82,7%) y en el consumo de información (54,9%), aunque este último puede contribuir a la sensación de angustia o temor.

“Lo que dibuja la encuesta es una población mayor fuerte, con un alto grado de autonomía y más preocupada por el resto de la sociedad que por ellos mismos. Vuelven a darnos una lección de entereza y de sabiduría, aunque tanto la sociedad como las autoridades la haya excluido en el debate sobre la pandemia o sobre las salidas a la crisis”, recalca Gómez Nadal.

En la encuesta, UNATE ha aprovechado para detectar las medidas que generarán mayor sensación de seguridad en el próximo curso 2020-2021 entre sus alumnas y alumnos y destacan dos sobre el resto: la reducción de la ratio por aula y la toma de temperatura a las personas que entren a sus sedes. En esa línea, UNATE ofertará ya desde la próxima semana su programa de formación para Santander y para Santa Cruz de Bezana reduciendo la ratio en un 50% y con protocolos de seguridad e higiene estrictos. “Nuestra comunidad quiere y necesita retomar sus actividades de formación, creación y envejecimiento activo y La Universidad Permanente no los va a defraudar”, explica el coordinador de la entidad quien explica que, “a pesar de los dramáticos recortes en las ayudas públicas buscaremos otras fuentes de financiación para garantizar un curso de alta calidad con las tarifas sociales que han caracterizado a UNATE en sus 43 años de existencia”.

UNATE, cuando comenzó el confinamiento, sumaba 2.709 alumnos y alumnas en la ciudad de Santander y en otros 10 municipios de la región, otras 2.355 personas mayores habían participado en las actividades abiertas. El 79,12% de estas personas tienen más de 65 años. Además, la entidad proporciona empleo estable y de calidad a 10 profesionales y cuenta con la colaboración de 66 docentes.

 

Encuesta UNATE Covid19