Las mujeres no envejecen como los hombres. Eso ya lo sabemos. También sabemos que no hay “un” envejecimiento de mujer, sino tantas formas de envejecer como mujeres hay Pero lo cierto es que hay patrones estructurales que afectan a las mujeres de manera específica. Cuando se envejece no desaparece la violencia de género, sino que se suma a otras formas de violencia, abusos y maltrato. El abuso financiero, la invisibilización, la infantilización o la medicalización no justificada se suman a una violencia de género que está presente en la vida de muchas mujeres mayores, aunque la sociedad no hable mucho de ello y aunque no haya casi recursos públicos disponibles para las víctimas que tienen más de 60 años.
Las III Jornadas Mujer y Envejecimiento en Cantabria, organizadas por UNATE y por la Fundación Patronato Europeo de Mayores (PEM), giran en torno a estos temas estructurales y nos ayudarán a entender mejor los retos del presente y las apuestas de futuro. Contamos con invitadas con una vasta experiencia en el estudio y el abordaje de estas violencias.